Ahora, ahora, ahora

Sí. Ahora sí.
Después de seis meses de trabajo, de dormir mal, de comer peor, de no separarme de este cacharro al que llamo hijodeputa aunque sea acer y no hp, de no saber muy bien como coño se construye un suelo elevado pero me la suda porque me copio el detalle del cype, de ¿te acuerdas de cuando salíamos a bares y no diseñabamos bares?, de olvidarme de como sabe el vodka, de lo mal que canta bisbal, de que la mascota feisbuk de mi madre este más atendida que la mía, de intensos suspiros en la oficina que hacían temblar los cristales de los ventanales, de mecagoenlaputa que ya es mañana y no me da tiempo... por fin, proyecto de fin de carrera impreso y entregado.

Sí, ahora sí.
Cuatro días para volver a recordar como sabe el vodka, lo mal que canta bisbal, como es salir a los bares y no diseñar bares, apagar el ordenador y mentalizarme en que tengo que volver a quererlo, olvidar los detalles constructivos, cambiar los suspiros por gritos de emoción e imitaciones baratas de Beyonce cantando (y bailando!) Single Ladies, oh, oh, oh!, que ya es mañana y... y... joder, que no tengo nada que hacer ¿tú tienes algo que hacer?
De repente es muy raro volver a estar ociosa, pero es tan sumamente gozoso que, no sé, igual me acostumbro.

Sí, ahora sí.
El lunes me apunto al paro ¿no? lo siento ZP, una más.