domingo, 15 de marzo de 2009

El color de la magia




Un mundo épico medieval, Mundodisco, con forma de disco plano que se apoya sobre cuatro elefantes posados sobre una tortuga estelar, que se mueve por el espacio sin que los habitantes del mundo disco sepan muy bien a donde va.

Una ciudad doble, Ankh, la parte pija y ricachona que mira con desprecio a su gemela maloliente Morpork, la parte pobre cuyo barrio de las sombras acojona al más pintado. Ankh-Morpork es la ciudad más grande de Mundodisco, junto al mar circular y sobre el río Ankh, el más contaminado e insalubre del mundo.

Un turista pionero, Dosflores, el primer turista de Mundodisco, confiado de la buena fe de sus habitantes, del buen hacer de las gentes de la ciudad doble, seguro de que, a pesar de no saber idiomas, cualquiera podría entenderle si hablaba alto y claro.

Un mago frustrado, Rincewind, que no fue capaz de aprobar ni un curso en la Universidad Invisible, solo sabe un hechizo, y no por voluntad propia. Cobarde, cínico pero inteligente y con tendencia a meterse en líos, salva al mundo sin la menor intención.

Un baul con cientos de patas, Equipaje, violento y capaz de devorar cualquier cosa. Regalo de Dosflores a Rincewind, Equipaje protege a su nuevo amo hasta la muerte y lo sigue a todas partes, aunque lo odia. El odio es mutuo.

Un gobernador, Lord Vetinari, siempre al corriente de todo lo que pasa en Ankh-Morpork y en Mundodisco gracias a sus numerosos espías. Austero, adicto al trabajo, insomne y extraño melómano, que prefiere leer partituras a escuchar música.

Un dios, que digo, muchos dioses, numerosos dioses.

La Muerte, sí, sí, la muerte. Con forma de esqueleto, túnica y guadaña, a lomos de su nada temible corcel blanco de nombre Binky. Una muerte de genero másculino, adorador de gatos y curry, pero no de gatos al curry, que habla en mayúsculas y sufre pánico escénico.

No sé si con estas premisas alguien puede resistirse a este libro y a los que le siguen. El Color de la Magia es el primer libro de la saga Mundodisco, del genial Terry Pratchett. Es muy dificil, una vez que empiezas a leer, escapar de la magia, de la sátira, de la ironía con la que el autor es capaz de dar la vuelta al genero de la literatura fantástica, creando un universo de fantasía tan extraño como divertido.

Pratchett tiene una forma de escribir directa que conecta inmediantamente contigo, que estás leyendo, que quieres saber más de ese mundo raro, homenaje y pariodia de tantos otros mundos de los que los amantes de el género hemos bebido. Pratchett también y lo admite sin problema, creando una complicidad directa con sus lectores de inmediato. Terry te dice; tú sabes que esto estaba quemado hace mucho, vamos a reírnos. Y te ries. Al menos yo me rio a carcajadas, hasta el punto de sentir vergüenza en el transporte público con el libro entre las manos.

3 comentarios:

Lur dijo...

¡Compro, compro, compro!

I. dijo...

I knew it!

Ekhi dijo...

Tiene mu buena pinta

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