lunes, 3 de agosto de 2009

The Boss e de Nos



Definitivamente Bruce y la banda son de una raza diferente. Tres horas y cuarto tocando, a muerte, sin parar ni un minuto. Te empiezan tocando la Rianxeira y te improvisan This Life como el que no quiere la cosa.

Creo que nunca el nombre de un auditorio estuvo tan acorde con el sentimiento de la gente que lo ocupa. O monte do gozo... 40000 personas (temas de una pésima organización aparte) haciendo lo que dice Springsteen, que para eso es el jefe. Lo grande de este tío es que ni siquiera tiene que mandar, Bruce no pide, a Bruce se le da. Con un gesto de la mano consigue que todos hagamos lo que él quiere, ya sea aplaudir, berrear o saltar como cabras. Porque ya nos avisó al empezar, ellos ponían la música, nosotros el ruido. Mucho Ruido.

Cuando Nils Lofgren abrió el concierto al acordeón, con la Rianxeira y todo el público cantamos "Ondiñas veñen" al son, supe que iba a ser una gran noche. Bueno, en realidad ya lo sabía antes, demonios, es Bruce. Pero pasar de canción popular galega a Badlands con un "is anybody alive in Santiago?" fue inmenso.

Entre las canciones de su repertorio incluyó peticiones del público como; Born to be wild, Burning Love, Rockin all over the world y This Life, de su último disco, que no estaba incluida en el playlist. La verdad es que no sé, ni me importa demasiado, si la cosa está preparada o no. Aun como fan, también soy una gran escéptica y en un principio pensé que Bruce recogía los carteles que lleva la gente y después los escoge en función de las canciones que tiene preparadas para tocar. Pero con This Life tuve mis dudas, me pareció que se la sacaban de la manga en directo y fue un momento muy emocionante.

Cuando llegó el momento de "marchar" y el Boss nos dijo adiós con la banda en fila y sabíamos que aun quedaba mucho concierto. Casi otra hora, después de un emotivo No Surrender (en el vídeo) y dar las gracias a los asistentes, Bruce no paró. Pero no paró hasta el punto de que, cuando llegó el ya mítico Twist and Shout con el que suele cerrar sus shows, se arrancó con Born in the USA, para desatar ya la locura total (sí, más) en las apretadas filas del fondo. Yo, de verdad, no sé que desayuna este hombre.

Extrañé mucho, pero mucho, Thunder Road, que es la mía. Quizás era mucho pedir que la cantara para mí XD, aunque por otra parte, casi mejor, porque hubiera llorado como una desgraciada y una aun tiene una reputación que mantener. Sin duda uno de los conciertos más memorables de mi vida. Grande Bruce.

PD; no me extraña que se estén acumulando denuncias contra la organización. Era todo un caos. Faltaba personal, medios de evacuación y de seguridad y mucho sentido común. Un diez para los fans de el Boss, que demostraron ser personas civilizadas, sino dios sabe lo que se podía haber liado allí. ¿Dos entradas-salidas para 40000 personas? ¿Estamos de broma o qué?
PD2; no hice muchas fotos (para eso estaba yo, ¡ja!) y las pocas que tengo son todas una mierda. Menos mal que internet está lleno de gente más capaz que yo.

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